Muchos problemas ocurren cuando los acoples
rápidos plásticos, con sus correspondientes roscas
moldeadas inyectadas, son conectadas a sistemas
hidráulicos de tubería metálica. Derrames y fallas en
la forma de la rosca plástica pueden ocurrir si no se
toman precauciones. Cuando se investiga una falla
en la unión metal-plástico, necesitamos considerar
dos factores: ataque químico y el exceso de torque.
El ataque químico puede ocurrir cuando se utiliza el
sellante de roscas inapropiado. El uso de sellantes es un
intento para bloquear el camino de fuga en espiral que
ocurre cuando las crestas y las raíces de la rosca no
encajan. Los sellantes de roscas anaeróbicos deben
evitarse cuando del sellado de roscas plásticas se trata.
Estos sellantes contienen químicos que atacan los
plásticos. El uso de una sellante a base de Teflón es una
mejor opción para este tipo de roscas plásticas.
El exceso de torque de cualquier rosca plástica puede
tener efectos adversos sobre la función de la unión. La
mayor diferencia entre plásticos y metales es el
comportamiento de los polímeros. Las partes plásticas
inyectadas continúan deformándose bajo una carga
constante, por ejemplo, el arrastramiento. El
arrastramiento es la continua extensión o deformación
de una parte plástica bajo una carga continua.
Normalmente, el material plástico de una rosca
inyectada se arrastrará debido al exceso de torque en el
puerto cónico hembra. La deformación interna de la
parte macho, puede llevar a un daño de la misma.Por esto es que Spears desarrolló roscas con refuerzos especiales que disminuyen el arrastre del material. (ver este enlace)
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